“La cultura, en su rica diversidad, posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz”. UNESCO
Un marco global para celebrar la diversidad
Cada 21 de mayo, el mundo conmemora el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, establecido por las Naciones Unidas tras la adopción de la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de la UNESCO (2001). Esta jornada tiene como propósito destacar el valor de la diversidad cultural como patrimonio compartido de la humanidad, y su papel esencial para fomentar la paz, la cohesión social, el desarrollo sostenible y la prosperidad económica.
En un contexto donde el 89% de los conflictos actuales se producen en países con escaso diálogo intercultural, la promoción activa de la diversidad y la inclusión se convierte no solo en una necesidad ética, sino también en una estrategia política, económica y empresarial. La cultura y sus industrias creativas representan el 3,1% del PIB mundial y generan más de 48 millones de empleos, siendo un sector clave para el desarrollo humano y la innovación.
La inmigración como vector de diversidad en España
España es hoy una sociedad plural en la que más de 7 millones de personas inmigrantes aportan riqueza cultural, talento y dinamismo al país. Tal como se analiza en el libro La Inmigración como Motor de Inclusión y Diversidad en el Desarrollo Empresarial en España, los inmigrantes no solo cubren necesidades laborales en sectores clave como la agricultura, los cuidados o la hostelería, sino que también son agentes de transformación e innovación empresarial.
Lejos de ser una carga, la inmigración contribuye activamente a:
– Revitalizar el mercado laboral en un país con una población envejecida.
– Fomentar el emprendimiento, siendo muchas personas migrantes autónomas o fundadoras de microempresas.
– Aportar capital humano diverso, con experiencias, competencias y visiones distintas que enriquecen los procesos organizacionales.
Diversidad cultural e inclusión en las empresas: un activo estratégico
Numerosos estudios (McKinsey & Company, Harvard Business Review) coinciden en que las organizaciones que integran la diversidad y fomentan la inclusión obtienen mejores resultados económicos, mayor innovación y una reputación más sólida. En España, empresas como Inditex, Telefónica, Wireless Logic y entidades como Fundación ONCE están liderando este cambio, apostando por equipos interculturales, inclusión de talento migrante y promoción de entornos laborales respetuosos y equitativos.
La diversidad cultural en el ámbito empresarial:
– Mejora la toma de decisiones gracias a la pluralidad de perspectivas (Harvard Business Review, 2016).
– Reduce la rotación de personal y aumenta la fidelización del talento.
– Facilita la internacionalización y el acceso a mercados globales.
– Fortalece la responsabilidad social corporativa al promover valores inclusivos.
La cultura en el centro de las políticas públicas y los ODS
En 2022, la Declaración de MONDIACULT, impulsada por la UNESCO, reconoció por primera vez que la cultura es un bien público mundial, y abogó por su inclusión explícita como objetivo en la agenda de desarrollo sostenible post-2030. Esta declaración destaca los derechos culturales como parte integral de los derechos humanos: desde la libertad artística hasta la protección del patrimonio indígena. En la misma línea, los Indicadores Cultura|2030 desarrollados por la UNESCO permiten medir la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, evidenciando cómo la diversidad cultural y su inclusión en políticas públicas fortalecen la cohesión social y la resiliencia frente a las crisis.
España y el compromiso con la diversidad
A nivel institucional y empresarial, España ha avanzado en iniciativas orientadas a la gestión positiva de la diversidad. Programas regionales como, Bizkaia Talent, Gipuzkoa Talent y Barcelona Activa impulsan la atracción e integración de personas extranjeras cualificadas, conectando talento global con oportunidades laborales en sectores estratégicos del País Vasco. En particular, Bizkaia Talent ha desarrollado proyectos específicos para apoyar a profesionales migrantes en su inserción laboral y social, fortaleciendo el ecosistema de innovación local con un enfoque intercultural. Por otro lado, empresas como Wireless Logic, con sede en Bizkaia, han demostrado cómo la diversidad cultural y funcional puede potenciar la innovación tecnológica. La compañía promueve entornos inclusivos y equipos multiculturales en sus operaciones, lo que le ha permitido desarrollar soluciones IoT adaptadas a las necesidades de clientes internacionales. Esta apuesta por la inclusión se refleja no solo en los resultados empresariales, sino también en un entorno laboral más cohesionado y resiliente. Además, redes como TongAfrika o asociaciones como IRDAS trabajan desde la sociedad civil para conectar talento migrante especialmente de origen africano con el tejido productivo español, facilitando su participación activa en proyectos de sostenibilidad, salud y transformación digital.
Celebrar el Día Mundial de la Diversidad Cultural no debe ser un acto simbólico, sino una oportunidad para profundizar en las transformaciones necesarias que nuestras sociedades deben asumir. En el caso de España, la diversidad cultural derivada de la inmigración es ya un hecho irreversible y positivo que debe gestionarse desde la equidad, la corresponsabilidad y la innovación. Las empresas tienen un papel crucial como agentes de cambio: pueden ser espacios de inclusión real o, por el contrario, de reproducción de exclusión y desigualdad. Apostar por la diversidad y la inclusión no es solo una cuestión de justicia social, sino una estrategia inteligente para el crecimiento sostenible, el bienestar colectivo y la paz duradera.